Es un espacio creado para la enseñanza de energías renovables a través de contenedores viejos.
Aprovechando la estructura de un container se diseñó un aula educativa en donde se enseñó a niños, niñas , jóvenes, adolescentes y en general a la comunidad sobre la importancia de las energías renovables desde un espacio interactivo y poco convencional. Se utilizaron infografías como paredes que de manera didáctica explicaban el funcionamiento de las energías renovables y sus beneficios para el planeta. Adicionalmente se realizaron talleres en donde los participantes experimentaban y jugaban con molinos de viento, paneles solares y electrónica.
El ECOLAB fue construído en Fontibón y fue financiado por OIM, la fundación Challenger y contó con la participación de la comunidad.